Cada familia es una isla con reglas propias y personajes de película que a veces no entendemos; tienen mil formas de ser. La mía podría describirla como la gente que me despierta a las 6:00 de la mañana de un sábado para avisarme que van al mercado y que no les he dado la lista de las verduras; o la gente que llega a nuestra casa tumbando el timbre para solo preguntarme “Que fué?” o la gente que en algún momento de un amor tormentoso me regalo un pote de helado de nueces de macadamia y se sentó el borde de la cama a verme comer entre sollozos. A esta familia se ha ido uniendo gente maravillosa como mi esposo, mi cuñada y los niñitos. Igual que nosotros, cada uno sumando algo especial a este enredo de caracteres. No entiendo la vida si ellos no están.
Los brownies son así. Pueden ser tan diferentes como las familias y les puedes hacer “agregados” para hacerlos más interesante, y siempre al final de un bocado te van a dejar el corazón lleno.
Esta receta es muy básica y permite modificarla con facilidad agregándole nueces, cascaritas de naranja confitadas (a mí me gusta mucho la combinación chocolate/naranja), algunas veces pedacitos de caramelo o para los extra dulceros chispas de chocolate de cualquier tipo. Solo recuerda no hornearlos por más de 30 minutos para que queden suavecitos y húmedos.
BROWNIES
INGREDIENTES
1 taza de mantequilla con sal (200g)
200 g de chocolate amargo o el de tu preferencia
2 tazas de azúcar (500g)
4 huevos
1 ½ de harina de trigo todo uso (195g)
100 g de nueces tostadas y picadas
Precalentar el horno a 350F y engrasar la bandeja para hornear.
Trocear el chocolate y llevarlo a baño María con la mantequilla mezclando constantemente. Cuando el chocolate se haya fundido dejar reposar fuera del calor.
En un bowl aparte, batir los huevos ligeramente y agregar la vainilla y el azúcar en forma de lluvia hasta integrar. Espolvorear el harina y mezclar hasta integrar, agregar las nueces
Verter la mezcla el molde previamente engrasado, y hornear por 30 min.
Pasado este tiempo llevar el molde a una rejilla y dejar enfriar completamente antes de cortar en cuadritos. Conservar en un envase hermético.